Tanto si padece una enfermedad mental como si está pasando por una situación vital difícil, a veces es necesario hablar de sus necesidades en el trabajo.
Las necesidades de salud mental no satisfechas pueden causar tensión personal, reducir la productividad y hacer que se sienta menos seguro en el trabajo. Esto significa que sus necesidades de salud mental son importantes tanto para usted como para su empresa. Dicho esto, es poco probable que su jefe aborde el tema.
Entonces, ¿cuándo y cómo puede iniciar esta conversación?
Las estadísticas de 2020 indican que casi la mitad de los trabajadores estadounidenses sufren algún tipo de problema de salud mental. Incluso antes de la pandemia, el número de trabajadores que experimentaban problemas de salud mental era significativo, y las personas de algunos campos corren un riesgo mayor que otras.
A lo largo de los años se ha hecho más común hablar de salud mental en el trabajo, lo cual es una gran noticia porque normaliza estas conversaciones y puede ayudar a reducir el estigma. Sin embargo, hay varios factores que pueden facilitar o dificultar esta conversación, como la cultura de la empresa y las experiencias previas de comunicación con los superiores en el lugar de trabajo.
¿Cuándo podría hablar de sus necesidades de salud mental en el trabajo y cuáles podrían ser?
¿Cuándo podrías decidir revelar tus necesidades de salud mental en el trabajo?
¿De qué tipo de necesidades de salud mental puede ser útil hablar?
Como a muchos de nosotros nos han enseñado que la salud mental es un tema tabú, es lógico que nos ponga nerviosos abrir la conversación. Sin embargo, la salud mental es real y, cuando no nos ocupamos de ella, las consecuencias pueden ser tanto internas como externas. Si te callas lo que te pasa, no sólo te afecta a ti. Además, tu salud mental importa, y todos merecemos pedir lo que necesitamos para ser felices y estar sanos.
Es hora de dar el salto y pedir esa reunión o llamada telefónica. Aquí tienes algunos consejos que puedes tener en cuenta y que pueden ayudarte a abordar la conversación.
Debes hablar de tus necesidades personales en términos de cómo afectan a las necesidades de todos en el trabajo. En primer lugar, este enfoque demuestra que te importa tu trabajo. En segundo lugar, te ayuda a mantener la privacidad y a que la conversación siga siendo profesional.
Sólo tienes que mencionar las partes de tu salud mental que causan problemas en el trabajo. No tienes que contarlo todo ni “demostrar” que tienes problemas de salud mental para que se tomen en serio tus preocupaciones. De hecho, centrarse en las repercusiones laborales puede ayudar a su supervisor a comprender y adaptarse a sus necesidades con mayor facilidad.
En lugar de entrar en los detalles más escabrosos de tu experiencia, sólo tienes que revelar los efectos notables de la misma. Observa cómo este enfoque también te ayuda a mantener tus límites personales. ¿Cómo se ve esto en acción?
Aunque el estigma de la salud mental está mejorando, todavía puede influir en que hablemos o no de nuestra salud mental. Si este es tu caso, quizá te ayude pensar en cómo le plantearías a tu jefe una necesidad de salud física. Utiliza el mismo formato.
Necesidad física: “He estado vomitando esta mañana. Todavía puedo entrar, pero me ayudaría trabajar en la caja registradora más cercana al baño”
Petición de salud mental: “He tenido ataques de pánico estos últimos días. Puedo seguir trabajando, pero si siento que se me saltan las lágrimas, ¿podría correr brevemente al baño?”
¿Te das cuenta de que el impacto en el trabajo es similar entre la necesidad de salud física y la de salud mental? Eso debería asegurarte que tus necesidades de salud mental son igual de válidas y merecen ser atendidas.
Todos nos sentimos más o menos cómodos con nuestros jefes y otros superiores. Teniendo esto en cuenta, debes saber que sólo tienes que compartir lo que necesites. ¿Qué información es necesaria para satisfacer tus necesidades?
Si hay algo que no quieres compartir, o si te preocupa que tu jefe vaya a husmear más, puede ser ventajoso pensar de antemano cómo vas a responder. De nuevo, mantén tus necesidades laborales en el centro de la conversación. He aquí algunas formas de afirmar tus límites sin dejar de ser respetuoso con tu jefe:
Puede ser de varias maneras. Un tipo de “defensor” es alguien que conoce tu valía en el lugar de trabajo y está dispuesto a hablar de ello. Antes de hablar con tu jefe, pregúntale si puedes mencionar su nombre:
Otro tipo de defensor es una persona ajena al lugar de trabajo que pueda hablar de tus problemas de salud mental y/o de tu necesidad de adaptaciones:
A algunas personas les puede resultar útil representar la conversación con un amigo o un ser querido antes de tenerla en la vida real con sus superiores. También puedes hacerlo con un terapeuta o consejero. Incluso podría ser en un chat anónimo de apoyo entre iguales.
También puede ser beneficioso el simple hecho de decir las palabras en voz alta. Podrías escribir un breve resumen de lo que dirás y luego practicar esta conversación frente al espejo.
Puede ser importante mantener la conversación abierta con tu jefe, sobre todo si hay algo que puede cambiar con el tiempo o que no está grabado en piedra. Haz saber a tu jefe que estás dispuesto a trabajar con él de forma continuada para encontrar lo que funciona, y que estás decidido a hacerlo.
Si necesitas un espacio sin prejuicios para hablar con alguien, estamos aquí para ayudarte. Supportiv ofrece apoyo entre iguales 24 horas al día, 7 días a la semana, y es un lugar seguro para hablar de lo que te preocupa. Tener a otra persona con la que hablar y saber que alguien está de tu lado puede ayudarte a dar el salto. Te mereces que se atiendan tus necesidades y que alguien te escuche.
Para obtener asistencia anónima de igual a igual, prueba un chat.
Para organizaciones, utilice este formulario o envíenos un correo electrónico a info@supportiv.com.
¡Nuestro equipo estará encantado de ayudarle!