La conocida madriguera de Google dice: trastorno depresivo mayor, síntomas de depresión, ¿estoy deprimido?

Todos queremos saber cómo nos comparamos, dónde encajamos en el gran esquema de las cosas, y eso es natural.

Pero una vez que te haces a la idea de que la “depresión” podría encajar con tus síntomas, la siguiente pregunta es: “Bueno, ¿cómo de deprimido estoy?” Tiene sentido preguntarlo, y hay muchas formas de obtener una respuesta.

Puedes ir a terapia. Puedes hablar con un psiquiatra. Incluso puedes hacerte un test de depresión. ¿Pero después qué? Lo único que te queda es saber lo grande que es la batalla que tienes por delante.

Una pregunta mejor

Podría ser más útil preguntarse no “¿Cómo de deprimido estoy?” sino “¿Cómo de satisfecho estoy?” o “¿Qué me da alegría?”

A partir de ahí, tu siguiente pregunta no es sobre el pronóstico o cuánto trabajo tienes que hacer para sentirte mejor. Pasa a ser sobre qué te satisface, qué disfrutas; cuánto de eso tienes en tu vida y cómo conseguir más.

De este modo, tendrás una idea real de hacia dónde enfocar tu recuperación de la salud mental, en lugar de hacia la baja autoestima y la desesperanza.

Las investigaciones actuales sugieren que la autoeficacia desempeña un papel clave en nuestro objetivo de encontrar la felicidad. Las personas que creen que pueden ser mejores, esforzarse más o ser más felices tienden a ser mejores, esforzarse más y ser más felices.

Resulta que tener una perspectiva activa puede ayudarnos a vivir una vida más positiva. Así que, antes de preguntarte “¿Cómo de deprimido estoy?”, pregúntate en su lugar: “¿Qué mejoraría las cosas?

¿Hasta qué punto estoy satisfecho?

Un buen primer paso en el camino hacia la felicidad es evaluar hasta qué punto ya estás en él (y cuánto te queda por recorrer).

En primer lugar, considere cómo se siente en estas áreas de la vida:

  1. Vida social
    • ¿Estoy satisfecho con el número de contactos sociales que tengo?
    • ¿Estoy satisfecho con la calidad de mis contactos sociales?
  2. Vida laboral
    • ¿Estoy satisfecho con mi situación profesional actual?
    • ¿Y con mis oportunidades potenciales de promoción y crecimiento?
  3. Salud física
    • ¿Estoy satisfecho con mi salud física?
    • ¿Qué me parecen los objetivos que me he marcado para mejorar mi salud?
  4. Vida cotidiana
    • ¿Estoy satisfecho con mi día a día?

¿Dónde notas tus puntos fuertes? ¿Cuáles son las áreas en las que hay que trabajar?

Si no estás satisfecho con tu posición actual en la vida, ¿qué hay de tu potencial?

Si ni siquiera sabes por dónde empezar con estas preguntas, demos un paso atrás: ¿qué te satisface?

Averiguar qué te hace feliz

Las investigaciones sobre la depresión mayor y la búsqueda de la felicidad nos han demostrado que los objetivos pueden no ser lo que realmente nos hace felices.

Una vez que alcanzas un objetivo, tienes otro objetivo que alcanzar. Es fácil que empieces a sentirte como si estuvieras atrapado en una cinta de correr hacia ninguna parte.

En lugar de eso, piensa en tus valores. ¿Qué es importante para ti? Quizá la bondad y la compasión, quizá el interés y la curiosidad, quizá la ambición y la independencia.

Mientras trabajas en tus objetivos, pregúntate: ¿estoy viviendo según mis valores? ¿Qué puedo apreciar hoy de mí mismo y de mis esfuerzos?

Pequeños pasos hacia la felicidad

La depresión dificulta la búsqueda del camino hacia la felicidad. Por suerte, hay algunos enfoques que realmente ayudan (no sólo te dicen que “encuentres tu zen” o “vayas a terapia”). Aquí tienes más preguntas que hacerte:

¿Cómo gasta su dinero?

Independientemente de cuánto dinero tenga, ¿en qué lo gasta?

Los estudios sugieren que la felicidad aumenta gastando el dinero en los demás. Considere la posibilidad de donar un poco a obras benéficas o hacer un pequeño regalo a un amigo o familiar.

Los síntomas de la depresión también pueden mantenerse a raya gastando el dinero en experiencias o en autoayuda, en lugar de en objetos materiales. Comprar una entrada para un parque de atracciones o una obra de teatro puede tener un impacto más duradero que comprar un reloj nuevo o un albornoz.

¿Qué piensa de los acontecimientos?

Una de las claves para encontrar la felicidad es la gratitud: los estudios han demostrado que las personas que practican escribir aquello por lo que están agradecidas experimentan mayores niveles de felicidad y menores niveles de depresión.

Otra es la mentalidad. A veces, comprensiblemente, vemos las situaciones como malas y perjudiciales.

Pero, ¿y si intentamos ver la misma situación como una oportunidad de crecimiento? Si te olvidas las llaves en casa y tienes que quedar con tu compañero de piso para recogerlas, puedes pensar “al menos ahora tengo la oportunidad de pasar un rato cara a cara con mi compañero de piso”

Si fuera está lloviendo, puedes pensar “al menos se riegan las plantas”

No siempre podemos cambiar los acontecimientos de nuestra vida, lo que sí podemos hacer es cambiar la forma en que pensamos y hablamos de ellos.

Conclusión

Si te haces preguntas menos deprimentes y más productivas, tendrás una idea real de hacia dónde enfocar la recuperación de tu salud mental, en lugar de limitarte a tener baja autoestima y desesperanza.

Recuerda centrarte en tus propios valores, en lo que te hace feliz y en cómo puedes ver cada acontecimiento como algo a partir de lo cual crecer.

Y si alguna vez quieres hablar con alguien sobre tu propio camino hacia la felicidad, visita Supportiv para una charla cálida y acogedora.