La ira, la tristeza, la frustración y a veces incluso la felicidad quedan atrapadas en nuestro interior y se acumulan. Embotellar estas emociones hace que la presión aumente y, como una botella de refresco agitada, no podemos calmarnos realmente sin explotar.

Las emociones reprimidas se han relacionado con el cáncer, las enfermedades autoinmunes y otras complicaciones de salud: el cuerpo es un lugar extraño y asombroso donde el estrés, las hormonas y el sistema inmunitario trabajan juntos. Así que todos tenemos una buena motivación para no embotellar nuestras emociones.

Sin embargo, embotellar nuestras emociones tiene sentido.

A veces, cuando nos invade el malestar, tenemos que reprimirlo para sobrevivir. Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer; y puede que no tengamos la capacidad emocional para manejar todo a la vez.

Especialmente durante un largo día, es posible que dejemos de lado un sentimiento difícil. Luego nos quedamos en casa y nos olvidamos de la emoción reprimida, dejándola supurar bajo las cargas del mañana.

Profundizar en tu propia reserva de dolor no es fácil. Especialmente cuando no tienes una pausa en tu estrés, puede que te cueste encontrar una oportunidad para reflexionar. Reflexionar sobre las emociones embotelladas también es difícil sin alguien a quien hacer rebotar tus pensamientos.

Pero piensa en esto. ¿Te has dado cuenta alguna vez de que los problemas resultan menos abrumadores cuando hablas de ellos con alguien en quien confías?

Liberar las emociones reprimidas es más fácil con apoyo

Es posible que nos concentremos mejor cuando otras personas participan en la resolución de nuestros problemas, y que otras personas nos ayuden a encontrar soluciones. Pero no se puede confiar en cualquiera. Compartir tus problemas con alguien que no te entiende puede abrirte a la ansiedad, el miedo y el juicio. Estas emociones desaniman a abrirse

Así que… ¿hay alguna solución que te permita dejar salir tus emociones reprimidas sin que te juzguen? ¿Existe una manera de dejarlas salir lenta y regularmente, para que noestallen accidentalmente?

Esta solución tendría que ayudarte a dejar salir tus emociones en tiempo real:

  • sin planear lo que vas a decir,
  • sin tener que acudir a una cita,
  • sin seguros ni burocracia de terapeutas,
  • sin compartir tu identidad,
  • sin trolling ni bullying, y
  • con gente que ha estado en situaciones similares.
  • sin tener que mantenerte concentrado en una página en blanco, y
  • sin sentirte juzgado por otras personas?

Estas descripciones no encajan con las aplicaciones de mindfulness, ni con los chat bots. Pero existe una herramienta basada en la conexión que podría permitirte liberar tus emociones reprimidas, a tu manera, sin derrumbarte: el apoyo entre iguales anónimo y en línea.

El apoyo entre iguales está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, bajo demanda y sin necesidad de identificarse. Cuando sientas que la presión aumenta, podrás acudir a un lugar donde afrontar las emociones difíciles, en lugar de reprimirlas y embotellarlas.