Ryan Reynolds, nombrado en su día el hombre vivo más sexy, protagonista de la taquillera franquicia Deadpool y marido de la bella Blake Lively, se enfrenta a dificultades de salud mental en su vida, a pesar de tener una carrera triunfal. Es un ejemplo de que la ansiedad no tiene por qué aislarte. De hecho, la ansiedad puede hacerte aún más simpático.

Tengo ansiedad, siempre la he tenido”, ha declarado Reynolds a The New York Times. Cuando se estrena una película, las giras de prensa se presumen. Reynolds puede volverse aprensivo cuando se prepara para aparecer en programas de entrevistas.

Describe que le invade una sensación nauseabunda cuando sufre estrés. También dice que la presión aumenta su malestar: “Cuando hay una expectativa incorporada, tu cerebro siempre la procesa como peligro”.

“Cuando hay expectativas incorporadas, tu cerebro siempre lo procesa como peligro.

Admite haber automedicado su agonía saliendo de fiesta a los 20 años. La relación con su padre forzó su perspectiva de la dinámica familiar, algo con lo que muchos de nosotros, procedentes de hogares disfuncionales, podemos identificarnos. Incluso se ha referido a su padre como el “dispensario del estrés”.

Aunque luchó contra la ansiedad durante la mayor parte de su vida, no fue hasta que se enfrentó a un ataque de nervios cuando decidió buscar ayuda profesional. “Fui a ver a un médico porque me parecía que sufría un problema neurológico o algo así. Y todos los médicos que vi me dijeron: ‘Tienes ansiedad’“.

Reynolds reconoce que ciertos aspectos de su vida, como la relación con su difunto padre, afectaron a su perspectiva y a su ansiedad. Sin embargo, ha decidido renunciar a esos pensamientos. “Todos nos precipitamos por el espacio en esta rueda de mierda verde y giratoria de devastación. En algún momento, tienes que vivir y dejarte llevar”, declaró a The New York Times.

Aunque no es fácil cultivar esta actitud, los no famosos pueden inspirarse en la sabiduría adquirida por Reynolds. Resulta alentador saber que, aunque una vez se haya padecido una ansiedad terrible, se puede salir del paso con una perspectiva más útil de la vida. Y el primer paso es tender la mano.