Con cada nuevo comienzo de la temporada de fútbol americano, los debates abarcan desde las ligas de fantasía hasta el peligro de las conmociones cerebrales provocadas por el juego.
El fútbol tiene el poder de unirnos, con acontecimientos como la Super Bowl; pero también puede separarnos, con polémicas como la de arrodillarse durante el himno nacional. Sentimos y nos identificamos con la agitación y los acontecimientos vitales de los jugadores.
Debido a sus triunfos y luchas públicas, los jugadores actúan como modelos para muchos. Teniendo esto en cuenta, cada vez son más los jugadores que se sinceran sobre sus luchas personales contra la salud mental.
En nuestra cultura, abrirse cuando algo duele es desviado. Pero cuando realmente… lo piensas, conectar con esas emociones es la verdadera fuerza.
Brandon Marshall es un Wide Receiver Pro Bowl de los Chicago Bears. También es uno de los atletas profesionales más destacados en abogar por la concienciación sobre la salud mental.
Habló ante los propietarios y entrenadores de la NFL en su reunión anual en marzo de 2018, enfatizando que el mundo del deporte necesita aceptar la enfermedad mental como una enfermedad y trabajar para desestigmatizar el tema.
Marshall y su esposa fundaron el Proyecto 375 después de que él recibiera un diagnóstico de trastorno bipolar. Trabajan para acabar con el estigma de los problemas de salud mental, concienciando y educando al público.
Marshall dijo lo siguiente sobre su anterior rechazo del dolor emocional:
“Tío, si me hubieras preguntado hace ocho años qué significa para mí la salud mental, habría dicho fortaleza mental. Otra parte de mi respuesta habría sido ‘enmascarar el dolor’. Como futbolistas, nos enseñan a no mostrar nunca debilidad, a no dar nunca ventaja al adversario. Abrirse cuando algo duele, en nuestra cultura, es desviado. Pero cuando realmente te sientas y lo piensas, conectar con esas emociones es la verdadera fuerza”.
El tackle ofensivo de los Philadelphia Eagles, Lane Johnson, respondió en una entrevista a las preguntas sobre la apertura de su compañero Brandon Brooks sobre su grave ansiedad:
“No es algo extraño. Es algo de lo que no se habla. Es un estigma que se ve como una debilidad. Cuando la sacas a la luz, mucha gente en este mundo la tiene”.
Esta entrevista fue justo antes de que Brooks y Johnson ganaran la Super Bowl 2018 con su equipo.
Debido a que el estigma presiona a los jugadores a ocultar su enfermedad, muchos recurren al alcohol y las drogas para automedicarse: adormecer las emociones intensas fuera de escena.
Además, la violencia puede derivarse de todas las emociones reprimidas. Si dependes de anestesiar tus emociones, en cuanto éstas afloran, puedes actuar de forma irracional.
Barrett Robbins iba a ser el pívot titular en la Super Bowl de 2003, pero nunca llegó a jugar. El ex jugador de los Raiders sufría depresión y trastorno bipolar y estaba demasiado desorientado para jugar.
Durante una entrevista, los All-Pros Clinton Portis y Larry Johnson recibieron titulares sobre ellos mismos: “Ex jugador de la NFL Larry Johnson detenido en Las Vegas. Aprendiendo de la triste historia del ex jugador de la NFL Clinton Portis. Johnson lucha contra sus impulsos autodestructivos”.
Cuando Portis preguntó a Johnson qué debían hacer las personas en apuros sin acceso a recursos, Johnson se limitó a decir: “Llamar a alguien. A cualquiera”.
Johnson continuó hablando de cómo quiere que las enfermedades mentales dejen de ser un tema tabú y que todo el mundo reciba la ayuda que merece. Quería que todo el mundo entendiera por qué las luchas mentales se han convertido en un problema. Dijo: “Quizá si la gente entiende el porqué, dejará de escandalizarse -y de indignarse- cuando personas como él [Portis] actúan como lo hacen”.
Habló de cómo él y muchos otros jugadores nunca se han sentido más vivos que cuando juegan al fútbol, sobre todo teniendo en cuenta que muchos proceden de infancias difíciles. Superar la presión insuperable y tener éxito en un partido es una sensación increíble, pero es difícil que algo se pueda comparar a eso:
“Hacer esa jugada es un subidón. Y sin esa presión, y la oportunidad de conquistarla, olvidó cómo funcionar”.
Los jugadores de fútbol americano pueden tener un mayor riesgo de padecer enfermedades mentales debido a la “encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad degenerativa progresiva del cerebro”, cuyos síntomas potenciales pueden incluir depresión, agresividad, confusión y pérdida de memoria.
Losex jugadores de la NFL Junior Seau y Dave Duerson, que se quitaron la vida, mostraron signos de encefalopatía traumática crónica en las autopsias posteriores a su muerte; así como el safety de los New York Giants Tyler Sash, que falleció de una sobredosis accidental.
De hecho, al menos dos docenas de ex jugadores de la NFL se han quitado la vida, y sus lesiones e inflamaciones pueden haber influido.
Muchos más jugadores se han presentado para hablar de sus problemas. Por suerte, la NFL ha escuchado y está dando pasos para crear una nueva cultura en torno a la salud mental.
La Asociación de Jugadores de la NFL lideró una campaña en 2017 llamada “El mundo te necesita aquí”. Cada jugador de la NFL recibió una pulsera con esta cita, así como ánimos para difundir el mensaje de que la salud mental es tan importante como la física.
De hecho, hay una página web dedicada a la salud de la NFL, que incluye una línea de prevención del suicidio específica para los jugadores actuales y antiguos de la NFL, el personal y sus familias: https://www.nflpa.com/yourhealth.
Como dijo Brandon Marshall: “La NFL es una entidad tan visible, que el simple hecho de reconocer que [la enfermedad mental] existe, como cualquier otra enfermedad, ayuda mucho”.
Saludamos a los jugadores, y a los guerreros de otros campos, que defienden la concienciación sobre la salud mental para el resto de nosotros: nos curamos uniéndonos y sacando nuestros defectos a la luz. Como hemos visto con los jugadores de la NFL, abrirse sobre las luchas emocionales te da la oportunidad de sentirte aceptado en tus defectos y empezar a sanar.
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